Día Internacional de las Cooperativas

Columna por el Día Internacional de las Cooperativas:

“COOPERATIVISMO Y COMPLEMENTARIEDAD”

Por Valentina Vives Granella - Cooperativa Semilla Austral*

4 de Julio de 2024 en Yakunina – Río Mashpi, Ecuador.

*Semilla Austral es una Cooperativa de Trabajo chilena, sin fines de lucro, conformada actualmente por 6 familias socias y 32 familias colaboradoras cuidando semillas tradicionales campesinas, libres de agrotóxicos, transgénicos y propiedad intelectual a lo largo y ancho de 9 regiones del país. En 2024 la organización celebra 10 años de (re)existencia.

Hoy en el día internacional de las cooperativas, a modo de celebración por nuestros 10 años viviendo el trabajo cooperativo, les invito a reflexionar sobre el gran desafío que representa el cooperativismo para nuestra organización. He escrito esta columna a modo pedagógico, con preguntas y respuestas.

Hace diez años iniciamos un camino como colectivo, con un propósito común: cuidar semillas para el futuro. Y un compromiso: la prosperidad de la humanidad. 

Para cumplir y avanzar con nuestra misión, nos encontramos con la necesidad de la unión de fuerzas en el cuidado de la infinita diversidad biológica y cultural que portan las semillas. También nos encontramos con la riqueza de la "biodiversidad del movimiento" social que impulsa la valorización, el cuidado y la preservación del legado agroalimentario.  

Para comenzar, a modo general es importante saber que cooperativismo es sinónimo de ayuda mutua, requiere de un horizonte común, de activa participación, de mucha generosidad y empatía con el/la otro/a. Implica desarrollo endógeno (de dentro hacia fuera), transparencia, comunicación fluida/permanente, políticas claras y una ética impecable en cada acción. La primera destacada reflexión que surge es que todos estos valores tienen un factor común: ¡aportan a la evolución humana!

(Enlace directo a Enciclopedia Etnobotánica Las Semillas que Cuidamos )

Teniendo esto presente, comencemos a preguntarnos:

¿Para qué cooperar?

Para ayudarnos a regenerar, para cooperar con la Vida en su regeneración, para la justicia intergeneracional, para que las futuras generaciones tengan las mismas y ojalá más posibilidades de existir y supervivir de las que tenemos las actuales generaciones. La Vida es diversidad, cooperamos para no restar posibilidades a aquell@s por venir.

¿Por qué cooperamos?

Por las semillas, porque amamos a las plantas y a los animales. Nos mueve el amor a nuestras familias, a los sabores de infancia, a la rica comida hecha lentamente, con dedicación y tradición. Porque sol@s no podemos cuidar la infinita diversidad que existe en nuestra región, menos en nuestro país, menos en el planeta. Debemos ser multitud y una multitud megadiversa que se sabe interdependiente.

¿Qué es el cooperativismo para nosotr@s?

Es uno de los más grandes desafíos para la humanidad actual, especialmente para las culturas occidentales. Es una real posibilidad de trabajarnos, de evolucionar nuestras conductas y prácticas, revolucionando nuestro interior, mirándonos en l@s otr@s, para mejorar en el aspecto ético-valórico, es una gran invitación a trascender y valorar nuestras diferencias en favor de la cooperación y de la diversidad. Detrás del cooperativismo está la noción de interdependencia, y la comprensión de que nos cuidamos (y a nuestras familias) a través del cuidado de nuestras relaciones. Esto requiere gran sentido de responsabilidad para el cumplimiento de los acuerdos y el fortalecimiento de la confianza.

El cooperativismo es para nosotr@s la única forma de lograr soberanía alimentaria, con producciones diversas y de base agroecológica, con un fuerte componente ético en la base, que pone en el centro a la Vida.

Cooperar es compartir y por eso es tan relevante la labor de la Escuela Semilla Austral, cuyo propósito es la revitalización de los saberes ancestrales y el conocimiento ecológico local asociado a la producción y conservación del alimento.

¿Cómo (de qué forma) cooperamos?

En Semilla Austral hemos desarrollado un Sistema Participativo de Garantía Agroecológica, que es al mismo tiempo una herramienta para el control interno y la mejora continua de nuestros procesos productivos. Nuestro SPG es el mejor ejemplo de cooperación intersistémica, considera el sistema de semillas anidado en el sistema social y este a su vez anidado en el sistema ecológico del cual tanto las semillas de la diversidad cultivada como las comunidades que las cuidamos somos absolutamente dependientes. En otras palabras, las personas y las semillas dependemos del suelo, del agua, de la biodiversidad circundante, de la energía disponible, etc. Las semillas dependen del sistema cultural y social de quienes las crían. Porque somos parte de sistemas interdependientes y profundamente interconectados intentamos aplicar metodologías para el intercambio de saberes prácticos que fomenten la participación, la recuperación y la emergencia de saberes y soluciones ecológicas situadas, que sean baratas y se ajusten a los diversos contextos.

¿Cuál sería un ejemplo de cooperación?

Uno de los mejores ejemplos para Semilla Austral son las giras técnicas que hemos realizado durante el año 2024 gracias al apoyo de la Fundación Lepe. Estos son ejemplos vivos de cooperación, donde intercambiamos saberes aplicados horizontalmente (diálogos transdisciplinarios de saberes, metodologías campesino a campesino) y generamos aprendizajes regenerativos, vivos, dinámicos que favorecen la adaptación en contextos de permanente cambio, sobre todo para la agricultura, valorando enormemente la ciencia campesina basada en la experiencia.

Otro ejemplo importante es nuestro Faro o Casa Comunitaria de Semillas ubicado en Curiñanco, Valdivia, Región de Los Ríos. Donde se reciben, clasifican y almacenan las semillas de las familias guardianas de biodiversidad. Aquí se reciben los pedidos todas las semanas y se dispersan las semillas libres hacia todo el país, para repoblar de diversidad las huertas, mesas, paladares y corazones.

Y finalmente la cooperación interinstitucional. Trabajamos en conjunto con el SAG para avanzar en materia de normativa y para autocertificar nuestras producciones bajo la norma y con el sello orgánico. También formamos parte del Foro Latinoamericano de SPG a nivel continental, entre otras muchas colaboraciones que favorecen el trabajo y nutren el camino.

Enfrentar de forma solitaria un desafío que es común puede ser tedioso, aburrido, difícil o tal vez imposible dependiendo de las circunstancias. Enfrentar desafíos colectivos de forma colectiva es lo que necesita nuestra humanidad en estos tiempos, y valga la redundancia, el esfuerzo requiere de toda nuestra humanidad (capacidad de amar, entender, sentir, ingeniar…). Nuestra Madre Tierra nos sostiene a todxs, ricos y pobres, pelirrojos y rubios, niñ@s y adultos, etc etc. Sin discriminar. La Naturaleza sabe que diversidad es sinónimo de riqueza.

Recordemos que somos seres sociales, la generosidad y los valores del cooperativismo harán de nosotros seres más felices, plenos, evolucionados y colmarán nuestras vidas de sentido.

El cooperativismo exige entregar una parte de ti a un grupo, a un fin común, a una vida en común y a un estilo comunitario. Implica renunciar a talento y tiempo individual que pasa a ser colectivo. Se construye una identidad común y se crea un sentido de pertenencia... Volvemos a ser seres sociales, con confianza plena de que no estamos sol@s, de que nos tenemos y de que estamos aquí dispuest@s para apoyarnos.

El cooperativismo permite: sinergia; organización; acuerdos de gran alcance; poder e incidencia política; equidad; amplificación de las metas y logros; aprendizajes colectivos y mucho más. 

Nuestra Madre Tierra es nuestra Casa Común, y debemos abordar la defensa y cuidado del suelo, del agua, la atmósfera, de los bosques, de las semillas de forma colectiva. De otra forma tal vez sea demasiado tarde. 

Creo en que podemos amplificar la regeneración gracias al cooperativismo: ¡contagiemos la acción regenerativa y cooperativa! Es urgente.

Caminar junt@s nos entusiasma, puede ser más lento, pero nos damos ánimo y definitivamente es un camino más alegre, divertido y liviano. Les invito a probar. 

Para mí ha sido y sigue siendo desafiante, y luego de 10 años de cooperativismo puedo decir que: no hubiese logrado jamás lo que he logrado sin el colectivo que somos; los desafíos parecen menores y el éxito sabe mucho mejor cuando hay equipo; la celebración es parte vital del proceso y ¡celebrar junt@s es por lejos lo mejor!

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