Amaranto Dorado Gigante
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Herbácea anual de origen americano, con amplia distribución geográfica. Tanto la hoja como la semilla tienen un alto contenido proteico, muy apreciado por los pueblos prehispánicos. Le llamaban el oro de los Incas junto a la Quinoa, es un cultivo ancestral que fue gradualmente reemplazado por cultivos europeos como el trigo, la avena y la cebada. Planta robusta, de raíz pivotante con abundante ramificación y flores en panoja. Si tiene espacio suficiente, el amaranto dorado andino puede alcanzar una altura de casi 2 metros. Las hojas tiernas pueden consumirse en ensaladas, las hojas maduras cocidas o blanqueadas en guisos, tortillas y sopas. Sus semillas se utilizan para la elaboración de cereales y granolas, como germinados e incluso para la fabricación de harinas. Siembra en primavera y cosecha antes de las lluvias Asociaciones benéficas: Leguminosas, idealmente porotos de mata o media guía, que no ahoguen la panoja. También calabazas o algún otro cultivo rastrero “cubre suelo”.